El papel amate (náhuatl: ámatl )? es un tipo de soporte vegetal cuyo origen se remonta a la época prehispánica de Mesoamérica. Se le llama papel porque se fabrica a partir de las cortezas internas de los árboles, aunque el proceso de manufactura es bastante distinto al que se emplea para la producción del papel común. Tal vez un término más adecuado sería el de tela o textil no hilado o no tejido. El papel amate se realiza de modo artesanal, aplastando las cortezas de los jonotes blanco y rojo (Ficus cotinifolia y Ficus padifolia), mismas que se cuecen en agua con cal (Miller y Taube, 1993: 131). El resultado es una lámina vegetal fibrosa de colores que van del marrón oscuro al amarillo paja. El material es parecido a las telas de corteza o barkclothes elaboradas por los pueblos autóctonos de las islas del Pacífico sur. En época prehispánica y al principio de la colonia, el papel amate se elaboraba utilizando la corteza interna de otros árboles como ficus y morus.
Su uso en Mesoamérica se ha ubicado en la lejanía del Preclásico Medio, a principios del primer milenio antes de la era cristiana. Algunas representaciones iconográficas de los pueblos mesoamericanos prehispánicos dan cuenta del uso de este material, por ejemplo, el Monumento 52 de San Lorenzo (sureste de Veracruz, México) representa a un personaje ataviado con orejeras de papel amate (Miller and Taube, 1993: 131). El amate se utilizó no solamente para la elaboración de códices mesoamericanos, también se ha encontrado en ofrendas prehispánicas arqueológicas
3 de junio de 2010
Itzam Ná

Itzam Ná era hijo de Hunb Ku. Era el dios del Cielo, del Día y de la Noche. Era un dios bondadoso. Lo representaban como a un anciano sin dientes. Lo asociaban con Kinich Ahau, dios del Sol y con Ixchel, diosa de la Luna. Se le atribuía la creación de los libros y de la escritura, por lo que se le consideraba el dios de la escritura.Hay tres códices mayas prehispánicos: París, Madrid y Dresde. Estos códices se encuentran en estas tres ciudades. Se han encontrado otros códices prehispánicos en excavaciones arqueológicas, pero en tan mal estado que no se pueden leer. En los códices mayas se usaba el color rojo, negro y el azul maya que lo encontramos también en la pintura mural y en la cerámica. Tenían líneas rojas que servían para dividir los libros en diferentes secciones. Utilizaban el calendario de 260 días y muchos de los personajes eran dioses. Estos códices eran adivinatorios. Los sacerdotes que pintaban los códices, eran miembros de la nobleza con conocimientos del calendario y la historia. Dominaban la técnica de escritura y pintura. La tradición de escribir continuó entre los mayas en la época colonial, pero con nuestro sistema de escritura. Así, tenemos así libros como Chilam Balam y el Popol Vuh.
14 de mayo de 2010
23 de abril de 2010
El papel amate (náhuatl: ámatl )? es un tipo de soporte vegetal cuyo origen se remonta a la época prehispánica de Mesoamérica. Se le llama papel porque se fabrica a partir de las cortezas internas de los árboles, aunque el proceso de manufactura es bastante distinto al que se emplea para la producción del papel común. Tal vez un término más adecuado sería el de tela o textil no hilado o no tejido. El papel amate se realiza de modo artesanal, aplastando las cortezas de los jonotes blanco y rojo (Ficus cotinifolia y Ficus padifolia), mismas que se cuecen en agua con cal (Miller y Taube, 1993: 131). El resultado es una lámina vegetal fibrosa de colores que van del marrón oscuro al amarillo paja. El material es parecido a las telas de corteza o barkclothes elaboradas por los pueblos autóctonos de las islas del Pacífico sur. En época prehispánica y al principio de la colonia, el papel amate se elaboraba utilizando la corteza interna de otros árboles como ficus y morus.
Su uso en Mesoamérica se ha ubicado en la lejanía del Preclásico Medio, a principios del primer milenio antes de la era cristiana. Algunas representaciones iconográficas de los pueblos mesoamericanos prehispánicos dan cuenta del uso de este material, por ejemplo, el Monumento 52 de San Lorenzo (sureste de Veracruz, México) representa a un personaje ataviado con orejeras de papel amate (Miller and Taube, 1993: 131). El amate se utilizó no solamente para la elaboración de códices mesoamericanos, también se ha encontrado en ofrendas prehispánicas arqueológicas
Su uso en Mesoamérica se ha ubicado en la lejanía del Preclásico Medio, a principios del primer milenio antes de la era cristiana. Algunas representaciones iconográficas de los pueblos mesoamericanos prehispánicos dan cuenta del uso de este material, por ejemplo, el Monumento 52 de San Lorenzo (sureste de Veracruz, México) representa a un personaje ataviado con orejeras de papel amate (Miller and Taube, 1993: 131). El amate se utilizó no solamente para la elaboración de códices mesoamericanos, también se ha encontrado en ofrendas prehispánicas arqueológicas
12 de noviembre de 2009
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